TACNA AL MUNDO
En una fresca mañana de agosto,
la gente presurosa caminaba
dando voces que decían,
¡ la ciudad está de fiesta ¡
Entonces me pregunté
¿qué sentirá la ciudad?
Conocedor del camino
que conduce hasta esos mundos,
contento salí a buscarla.
Pasé por bellos parajes
hasta que la pude hallar;
es una hermosa doncella
vestida con sencillez.
Pero la encontré muy triste,
rompí el silencio diciendo:
¿ Eres tú Tacna la heroica?
Pues debes estar alegre
que hoy celebramos tu día.
Y ella me respondió:
Tacna soy, más no la heroica,
que nosotras las ciudades,
los pueblos y las naciones
jamás tenemos contrastes.
Son ustedes los humanos
los que arman las contiendas,
se pelean entre hermanos,
manchan con su sangre nuestro suelo
y hacen héroes de sus muertos.
¿Cómo quieres que este alegre
Al ver semejante escena?
Y vi una gran multitud
llevando en procesión una bandera,
que después la vi flameando
en lo más alto de un mástil.
¡ Qué hermoso está el desfile ¡ exclamé,
Ella me dijo:
es hermoso para ti
porque todavía estás ciego,
y pasándome sus dedos por los ojos
yo vi por primera vez.
Vi el alma de la gente,
pues eran almas de barro
mostrando su desnudez,
y en su corazón de piedra
se hacía eco una voz,
«hasta quemar el último cartucho»
Volvió a decirme,
ahí puedes ver
como renuevan el odio
que se tienen entre hermanos
ustedes los humanos.
Ve hijo mío por donde viniste
y diles a todos los hombres
que nosotras las ciudades,
los pueblos y las naciones,
no queremos que nos canten
himnos ni alabanzas.
Diles que no ofrezcan discursos
con palabras vacías,
Ni migajas que las quitan
de la boca del hambriento.
Descendencia de Caín,
quitad de ahí esas ofrendas,
que son ofensas a Dios.
Diles que tan solo les pedimos
que se amen los unos a los otros,
reconozcan como patria
al planeta tierra,
tengan como bandera la paz,
como escudo la justicia,
y como espada la verdad.
Solo con ello podrán comprar,
oro refinado en fuego.
Para cambiar por el barro de su alma;
y vestiduras blancas
para cubrir su desnudez.
canalizado por:
Mario Mendoza Quispe
NACIÓ LA PAZ
La guerra estuvo llorando,
muy triste y desconsolada,
porque el hombre abrió los ojos
y la encontró despeinada.
La guerra se puso enferma,
le temblaba hasta la sombra,
porque el amor tomó el mando,
en el corazón del hombre.
La guerra se cayó muerta,
fue por falta de alimento,
ya no existía más odio,
en el corazón del hombre.
Nació la paz verdadera,
el amor venció a la guerra,
y el amor es el arma
para vencer a la muerte.
canal: MARIO MENDOZA QUISPE
